lunes, 4 de octubre de 2004

Pensando.

Si. A veces lo hago.

Mientras leía el blog de Myrko me puse a pensar en varias cosas, y no quiero decir con esto que Myrko haya sido el desencadenante de esto, o que se relacione con el, sino que simplemente es en ese momento se me vino a la cabeza...

Recuerdo todavía la primera vez que abrí una pagina de internet. Era la de Hotmail, peor no la de Hotmail de Microsoft, sino la original. Y ahí saqué mi primera cuenta de correo electrónico, que aún conservo para conectarme con  messenger.

Y también recuerdo la primera vez que ingresé a una pagina o sala de chat. Cuantas cosas por la cabeza. Lo que siempre me pregunté es como se pueden mantener tantas mentiras. Si. Vos entras a una sala de chat, decís que te llamás Latente y decís que sos así, asá, bla, bla bla, y la mayoría de las cosas que decís son mentiras, inventadas, o exageradas, pero mentiras al fin.

Como se mantienen las mentiras? Se pueden mantener? De que sirve? Cual es el beneficio mental que produce esto además de ejercitar la imaginación?

Cada vez que entraba a una sala de chat, dije la verdad de las cosas, sólo  ocultaba mi verdadero nombre a veces por razones obvias. Pero lo demás?.. Para que? Cuanto podía mantener la verdad? Y si después me hacía amigo de esa persona con la que chateaba o la conocía o tenía ganas de conocerla porque me había “caído” bien??? Que hacía? Explicar todo? Decir que se terminó  lo que era? Decir la verdad, no es lo mas lindo a veces, sobretodo cuando las cosas no están saliendo como uno quiere o como le gustarían que vayan, pero no decirla y no enfrentarla es retroceder más el proceso natural “de que las cosas pueden mejorar” está por llegar.

Si, es vergonzoso decir:

  • No tengo trabajo y no tengo donde vivir. .. Ó ...
  • Vivo de prestado en la casa de un amigo.

Es vergonzoso decirlo siempre y cuando hayamos llegado a ese lugar de manera vergonzosa. Pero sino... Si llegamos de la otra manera, de la manera en que la vida nos sorprende y nos esta enseñando algo  bueno de algo malo.. No es vergonzoso. Y no hay que ocultarlo. Ni omitirlo.

Admitirlo es el primer paso para que la rueda de la “mejora de la situación” comience  a dar vueltas a nuestro favor. No admitirlo, ocultarlo o mentir sobre ella no hace más que sentir que la situación tarde o temprano se va ir al carajo de nuevo.

Quizás hablo por propia experiencia. Pero bueh, aca estoy. Frente a esta pantalla escuchando Dido con el tema “Sand in my Shoes”.... Y mi humor a comenzado a levantar este lunes nublado.

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