miércoles, 8 de septiembre de 2004

No hay....

Sin expectativa.. No hay desilusión.

Eso fue lo que le dije a mi amigo  Luis que está en Miami y que luego de una ruptura de noviazgo que empezaba a ser interesante y nueva ( teniendo en cuenta lo difícil que s ponerse de novio por aquellos lares...) y encima con el huracán que los azotó... No recibió ni una llamada ni un mensaje de interés por parte de su ex...

Sin expectativa...no hay desilusión.

Eso pasa siempre... Uno deposita esperanzas en quienes no  nos corresponden de la misma  manera o que simplemente están en otro circuito de la carretera. Uno queda ahí, esperando el ring del teléfono, el sonido de “You got new mail”, sabiendo incluso de antemano que ni uno de los dos se va a cumplir en tiempo y forma, e incluso sabiendo esto...decide no moverse del lugar y hacer cosas y pensar en otras creyendo que así la situación mejorará. Pero no.

Sólo recibimos el llamado una vez que logramos levantar la cabeza y entender que esa persona no tiene ninguna obligación para con nosotros y que nosotros haríamos lo mismo en su lugar.. O sea, si alguien no nos interesa demasiado, no lo llamamos, no lo buscamos, no hacemos nada. Pero el orgullo.. Es más fuerte.
Y comienzas las preguntas... ¿porqué me dijo eso? ¿ porqué me abrazaba así si no sentía nada? ¿ para que me presentó a sus amigos? ¿ porqué me dijo que con nadie se había sentido así?

La misma historia, en distintos lugares. Y como dice el tango.. En esos momentos... “dan ganas de balearse en un rincón” sobretodo si uno tenía esperanzas.

Pero todo empieza una vez más. El tren pasa una vez.. Es cierto... Pero con muchos vagones por detrás... Solo hay que ir probando.

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